Adaptar la cocina a las necesidades de la familia puede ser menos complicado de lo que parece. Los espacios se reducen cada vez más en las viviendas y hay que comenzar a ingeniárselas para tener una cocina cómoda y, si es posible, lo más adaptada a las necesidades actuales. La idea es que allí no sólo se puedan preparar los alimentos, sino también pasar varias horas del día teniendo en cuenta que es centro de encuentro familiar.
Una de las alternativas es integrar la cocina con el comedor; eso es cómodo y práctico y los metros se aprovechan al máximo. Además hay soluciones arquitectónicas y variedad de diseños modernos que permiten fácilmente encontrar una salida. Las opciones son varias: integrar totalmente las dos estancias, hacerlo sólo visualmente -mediante un separador- o resolverlo con una barra, desayunador, pasaplatos o incluso una isla.
El color, el estilo de los muebles, la iluminación y los revestimientos son los elementos que lograrán diferenciar o integrar ambas zonas. Cuanto mayor sea la integración espacial, más habrá que cuidar estos factores. Os ofrecemos diferentes soluciones prácticas:MONOAMBIENTE: Si se desea mantener un único ambiente y lograr que la cocina pase lo más desapercibida posible, el estilo de los muebles de cocina deberá estar en consonancia con la decoración del comedor. Se puede optar por un estilo rústico, con el frente de los armarios de madera, o un estilo minimalista de muebles sin tiradores que lleguen hasta el techo, que ofrecerá la perspectiva visual de un paño blanco y claro. Si no se desea condicionar el ambiente del salón, los frentes blancos con detalles de acero y cristal son la solución que más posibilidades ofrece.
Apostar por los muebles cerrados, sin vitrinas o estantes abiertos que dejen a la vista los utensilios de cocina y favorezcan una imagen de desorden. Si lo que se desea es despojar la cocina de las características de esta estancia, hay que elegir una campana extractora oculta.
DOS AMBIENTES: Los revestimientos de pared y piso jugarán un papel fundamental si lo que se persigue es diferenciar ambos ambientes. La utilización de madera en una zona y cerámico en otra, o la utilización de distintos tonos o materiales en paredes ayudarán a lograr este efecto.
También se puede jugar con la iluminación y con los techos a dos alturas. El color también sirve de elemento diferenciador de los dos ambientes. No es necesario un gran contraste, sólo el suficiente para separar los espacios. El material de la bancada y el frente también contribuirá a separar los ambientes gracias al contraste de color o al material.
UNIR A MEDIAS: Cuando la unión del comedor y cocina se realiza por funcionalidad, independientemente del tamaño de las estancias, lo habitual es realizar una integración parcial. En estos casos la decoración de ambos ambientes puede proyectarse de forma casi independiente. Una de las soluciones es abrir un pasaplatos e incorporar en éste una barrita para desayunos a juego. Otra, instalar puertas corrededizas de cristal o unas cortinas que ofrezcan la posibilidad de independizar los espacios en determinadas ocasiones. Si se ha colocado una barra o isla entre la cocina y el comedor se puede aprovechar para colocar electrodomésticos en la parte inferior de la barra.
CONSEJOS PRACTICOS
- Si se toma la decisión de unir ambientes será necesario tener un buen sistema de extracción de aire para evitar que los olores invadan toda la casa.
- Si se dispone de pocos metros, colocar el frigorífico en una esquina. Si se la ubica en otro sitio restará espacio visual, ya que es el electrodoméstico más alto.
- Tener en cuenta que el ancho de la cocina debe ser como mínimo de 2,30 metros.
- Los pequeños detalles -como los zócalos o la iluminación de las zonas de trabajo, bancada y vitrinas- pueden cambiar completamente la imagen de la cocina.
- En cocinas vistas, los electrodomésticos de acero inoxidable o de colores vistosos pueden ofrecer un toque diferenciador.
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