Entre nuestros clientes tenemos verdaderos aficionados a la lectura, como es el caso de esta profesora. En su casa hay más libros que en algunas bibliotecas municipales. El caso es que, aunque digan que el saber no ocupa lugar, los libros si que lo hacen. Si nos gusta conservar todas aquellas lecturas que nos han enseñado algo en la vida y con las que tan buenos ratos hemos pasado, tenemos que hacer algo para almacenarlos.Esta clienta ya conocía como se trabaja en nuestro taller de carpintería propio pues hace algunos años le reformamos la cocina. Por eso fue que se acercó a nuestra exposición a comentarnos que estaba pensando en aprovechar su pasillo para colocar una librería y de paso convertir una de las habitaciones en un despacho.
Como podéis ver en las imágenes que os mostramos, para el despacho se utilizó todo el espacio de la pared (incluyendo el tramo superior de la puerta) mediante baldas a medida para todos los libros. En el pasillo dejamos la zona inferior con puertas y cajones para aprovechar al máximo el almacenamiento. En la zona que queda a la altura de las manos y de la vista, simplemente baldas para colocar tanto libros como recuerdos de algunos viajes. El tramo final, donde gira el pasillo, hemos aprovechado para colocar un escobero donde guardar el cubo, la fregona, escoba,...
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