Si quieres que tu espejo del baño esté siempre resplandeciente, prepara la siguiente mezcla: tres partes de agua, dos de alcohol de quemar y una de amoniaco. Pulveriza esta solución sobre el espejo y repásalo con un paño de algodón seco, o con papel de periódico.Elimina las manchas persistentes con glicerina; después, retira el exceso con un papel absorbente.
Para evitar que los espejos se empañen, despues de limpiarlo, extiende sobre él unas gotas de shampoo, con un paño de algodón. A continuación repásalo bien con un trapo limpio y seco que no suelte pelusas. Otra opción es frotar el epejo con un paño humedecido en alcohol de 90º, deja que este se evapore solo, no lo seques.
Vía | Decorailumina
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